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Marathón se aferra a conseguir un cupo en la liguilla final del torneo Clausura del fútbol hondureño. El equipo verdolaga tenía presión previo al juego ante el Real Sociedad, pero en la cancha del Olímpico soltó su furia y terminó vapuleando 6-0 a los tocoeños, que ni siquiera metieron las manos.
Partido perfecto para los de Manolo Keosseián, que se reencontraron con el buen juego y sobre todo con los goles, que tanto necesitaban en este tramo final de las vueltas regulares.
Con este triunfo, el Marathón se quedó en el séptimo lugar (20 puntos), pero a solo dos unidades del Vida que es sexto, por tanto aún tiene posibilidades claras para meterse en la repesca final del campeonato. Es decir, que si en la última fecha el Monstruo gana su partido y los cocoteros pierden, el equipo esmeralda clasificaría.
El carnaval de goles comenzó temprano. En el minuto 10 del juego, José Aguilera envió un centro preciso desde el sector izquierdo y la pelota fue conectada por la cabeza de Lucas Campana, que no gritaba gol desde el pasado 10 de febrero. Golazo del argentino.
Luego el Monstruo siguió apretando en busca de ampliar el marcador, pero el segundo tanto le estaba costando un poco. Primero fue Allans Vargas que definió mal en una gran jugada Solano. Después fue el mismo Campana, que terminó impactando un derechazo en el palo.
Se desató la furia verde...
En el segundo tiempo, el Marathón se soltó un poco ante un Real Sociedad desconcertado y con ningún argumento futbolístico para hacer oposición en el campo.
En el minuto 46, Campana se metió en el área entre los defensores tocoeños y con un toque suave puso la pelota en el fondo para el 2-0 parcial.
Apenas tres minutos más tarde, Allans Vargas cazó una pelota en el área tras un cobro de esquina y de cabeza firmo el 3-0. El derrame de goles continuó en el 50 con un tanto de Solani Solano, que se escapó solo por izquierda y terminó enviando la pelota al fondo ante el mal trabajo defensivo de los visitantes.
No hay quinto malo. Y ese llegó gracias a un derechazo de Odín Jafeth Ramos en el 75. La pelota quedó suelta tras varios intentos del Marathón y el cipote empalmó el balón con su pie derecho y la puso arriba para firmar el 5-0.
La media docena de goles llegó en el minuto 80. Otra vez Odín Ramos con su pierna derecha, esta vez un misil, puso la pelota inalcanzable para el guardameta del equipo de Tocoa, que se cayó a pedazos en el estadio Olímpico. A falta de la resolución administrativa en el tema del descenso, este resultado complica a los aceiteros.
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