Nació en Nueva Armenia, una comunidad cercana a La Ceiba en el departamento de Atlántida, quizá a unos 25 minutos de distancia, pero que según él, ahora mismo son más, debido a las malas condiciones de la carretera de acceso al pueblo. De esa tierra es José García, defensor del Olimpia. Cuna de una de las grandes figuras del fútbol de Honduras en los últimos 20 años: Maynor Figueroa.
Allí se forjó el protagonista de esta historia y el invitado de Juan Carlos Pineda en su edición sabatina del programa Con Pineda Chacón, emitido por la pantalla de TSI.
García llegó sonriente al estudio de grabación y vestido muy sencillo, a su estilo, pues confiesa que no es mucho para gastar en ropa, solo 'lo necesario'. Jeans desteñidos, rotos, pero a la moda, tenis blancos, una camiseta del mismo color y alusiva a la NBA.
"Voy a hablar con LeBron James", bromeó Juan Carlos Pineda con José García previo a iniciar la entrevista. El grandote defensor del Olimpia solo sonrió. Ya una vez arrancada la plática en Con Pineda Chacón, le consultó si le gustaba el baloncesto, a lo que el zaguero, también de la Selección Nacional, respondió: "No soy aficionado al basquetbol, LeBron y Curry me gustan, pero por sus camisas los identifico. No me gusta la NBA, he intentado verlo, pero me aburre".
Roto el hielo, era momento para dar paso a una amena conversación con un tipo humilde de raíz y que tampoco ha cambiado a pesar de los logros obtenidos hasta ahora en su carrera: Mundialista Sub 20, campeón con Olimpia, una participación en Juegos Olímpicos e incluso ya ha vestido la camiseta de la Selección de Honduras a nivel mayor.
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José García entró rápido en confianza y comenzó a viaja por el tiempo para sacar varias anécdotas imborrables, por ejemplo ¿Qué hizo con su primer sueldo que ganó como futbolista? "No compré, cuando vine al Olimpia fue donde recibí mi primer salario y recuerdo que ganaba 10 mil lempiras, agarré 8 mil y se los mandé a mi mamá y le dije: compre comida, yo acá me quedo con 2 mil. Hasta la fecha mi mamá me maneja el dinero, si no, yo lo gasto todo, ja, ja, ja", relató con orgullo.
"Le deposito a mi mamá, pago el apartamento, la comida y las otras deudas. Trato de no gastar tanto. Trato de no quedar liso, como se dice popularmente", agrega.
Sin duda que su madre (doña Trina Robledo Flores) ha sido y es su gran bastión para ser, en lo que se ha convertido y es por eso que se apoya en ella para cada paso. Su historia de vida, a pesar de que ya ha hecho realidad varios de sus sueños, no ha sido nada fácil.
¿Y su papá? La historia de la que le cuesta hablar
A José García el tono de voz le cambió inmediatamente Juan Carlos Pineda le consulta por su padre. ¿Y tu papá? Le dice y el defensor del Olimpia también muestra otro rostro. Todo esto tiene una explicación.
"Trato de no hablar de ese tema porque es algo difícil, es duro. Mi mamá me cuenta que yo tenía cinco años cuando mi papá se fue para los Estados Unidos, pero después de un tiempo lo deportaron", comienza explicando.
Y prosigue: A mí, quien me inscribió en el registro fue mi tío, cuando me preguntan por mi papá, yo les digo que ya 'murió' porque mi tío ya falleció, él fue como mi padre. A mi 'papá' la última vez que lo vi fue hace cuatro años. Lo vi en Washington, pero fue como ver a un amigo".
José García asegura que nunca tuvo una relación su papá y que lamenta que tampoco, alguna vez le haya explicado las razones de su abandono total. " Cuando lo vi no se disculpó, solo me preguntó por mi mamá y hermanos. No fue una plática importante, fue breve, solo como media hora. Yo no tenía nada que conversar con él", comentó.
Y lamentó: "No creo que tenga amor de padre porque no estuvo desde el principio. Nunca estuvo pendiente. La vez que lo miré, no sentí ese amor de un hijo hacia un padre".
El zaguero central del Olimpia también tiene una hermana, que es mayor que él y uno menor. "Mi hermana que es la mayor y otro hermanito, somos tres del mismo padre. Ella tiene 26, mi hermano menor 20 y yo 23", le siguió contando a Juan Carlos Pineda Chacón.
Siempre soñó con ser futbolista
Pero lejos de toda la dificultad que pudo generarle a José García, el hecho de no contar con el apoyo de su padre, su mamá hizo todo para sacarlo adelante a él y a sus hermanos, y él particularmente, nunca dejó de soñar de que algún día podría convertirse en futbolista profesional y así sacar adelante a su familia.
"Yo siempre tuve este sueño, gracias a Dios se me está cumpliendo esto de ser futbolista. Siempre tuve claro que quería ayudarle a mi mamá, ella trabajó siempre, ahora no lo hace mucho porque la apoyo. Yo siempre me enfoqué, no pensaba en nada más", cuenta.
García también confiesa que es un afortunado, pues él pudo llegar a donde se propuso a pesar de lo duro que es salir triunfante de Nueva Armenia, su tierra. "Tengo otros amigos que estudiaron, pero se salían porque tenían que trabajar. Vivir en el pueblo no es fácil, aunque gracias a Dios tenemos la playa para buscar el pan de cada día. Allá nadie se muere de hambre. Hay gente que no tiene quien lo ayude a uno, que lo motive, que le de aconseje para buscar otros sueños, pero aún así pude lograr llegar hasta acá". relata el defensor catracho.
José García tuvo que lucharla para salir adelante. Llegó al Olimpia, pero no todo fue fácil. Entre ser cedido a préstamo al Real de Minas, figurar en un equipo pequeño, volver al León hasta ser llamado nuevamente por Pedro Troglio para comenzar a consolidarse, así han transcurrido los primeros años de este joven futbolista hondureño (23 años).
Fue mundialista Sub 20 en Corea del Sur 2017 y además estuvo en los Juegos Olímpicos de Tokio disputados en el 2021. También ya sabe lo que es representar al país vistiendo la camiseta de la H y aunque a nivel de Selección Mayor aún no logra consolidarse definitivamente, está claro que en el futuro a corto plazo, con trabajo, podrá lograrlo.
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