El Celta de Vigo empató 2-2 con el Barcelona, la tarde del sábado 23 de noviembre, en uno de los duelos más atractivos de la jornada 14 de LaLiga en el estadio de Balaídos.
La intensidad del partido no se hizo esperar ya que apenas el tercer minuto de juego Iago Aspas se perdió la primera opción clara del duelo al quedar solo frente al arco pero rematar desviado. Apenas tres minutos más tarde, Anastasios Douvikas hizo lo mismo y alertaba la meta de Peña.
Pero el Barcelona se quitó la presión al minuto 15, en una jugada donde Raphinha recibió un pase de Kounde, desde su propio campo, para que realizara una corrida y burlase al defensa, definir de zurda y hacer el 1-0 de la noche.
Ilaix Moriba estuvo cerca de empatar el partido al rematar de volea, desde fuera del área, pero Iñaki Peña lo impidió protagonizando un atajada que terminó en tiro de esquina.
A la media hora de juego, Aspas volvió a generar peligro para los locales y en un una corrida le ganó en velocidad a toda la defensa pero a la hora de entrar al área, aflojó su cuerpo, y se dejó caer ante un desplazamiento de Gerard Martín.
Previo a que el árbitro decretara el final del partido, Iago Aspas recibió otra dura entrada de Gerard Martín pero este no lo quiso amonestar para no mostrarle la segunda amarilla, y por consiguiente expulsión, y generó tensión en Balaídos.
La segunda mitad del juego inició un poco distinto al primero ya que la intensidad de los primeros 45 minutos no iba a perdurar en todo el desarrollo del mismo. Sin embargo, el Celta no renunció en su intento por buscar el empate.
Sin embargo, fue el Barcelona el que volvería a sumar otro gol en el marcador en una jugada donde Mingueza quiso despejar pero no pudo hacerlo y la pelota le rebotó a Lewandowski, quien quedó solo frente al arco y puso el 2-0 al 60'.
Cuando parecía que ya todo estaba definido, Marc Casadó dejó con uno menos a su equipo al 82 y fue ahí que un minuto más tarde, Alfón aprovecharía un error de Kounde para anotar el descuento.
Y tres minutos más tarde, fue Álvarez el que se atrevería a hacer una jugada individual dentro del ára y marcar de una vez por todas el 2-2 con el que terminó el partido.