Pablo Lavallén da la impresión de ser un tipo muy reservado, al menos esa es la versión que hemos conocido desde que tomó las riendas como técnico del Olimpia. Le gusta manejarse en el bajo perfil a pesar de ser el entrenador del equipo más popular de Honduras.
El estratega argentino mostró una faceta poco conocida en nuestro país, pues este fin de semana atendió una invitación que le extendió la iglesia cristiana Tsebaoth de la capital, donde pudo compartir su duro testimonio de vida y explicar las razones por las que entregó su vida a Cristo.
El técnico de los merengues recibió la bienvenida de los pastores Didiher Osorto y Joel Hernández, quienes aprovecharon la presencia del timonel del Olimpia para orar por su vida y agradecer su presencia durante la reunión del pasado domingo.
“Veo una redoma de aceite que tú llevas de esta nación y hay un manto para tu hija que ministra en el altar, pero hay algo especial sobre su vida”, comenzó diciendo el pastor Joel Hernández.
Lavallén, quien se alista para enfrentar el duelo semifinal del torneo Clausura ante el Motagua, se dio este tipo importante previo a definir su camino a la final en el fútbol hondureño.
“Sabes que hay un llamamiento para ti u tu vida que va más allá de lo que muchos puedan entender. Un día le dijiste al señor “soy tuyo” y él te ha tomado la palabra”, siguió diciéndole Hernández.
Un testimonio de vida durísimo
Después de recibir una cálida bienvenida y recibir la palabra de Dios, Lavallén comenzó a compartir episodios que lo han venido forjando en su vida.
“Nací en Buenos Aires y desde muy chiquito me veo con un balón, jugando al fútbol, vengo de una familia clase media, baja, mi papá era un albañil, mi mamá una ama de casas", comenzó relatando.
Y añadió: "Un día vino mi papá de trabajo me encontró en la calle, donde había mucho peligro que un auto te pudiera atropellar y me pasó dos veces: la primera vez me apoyé en el tonó y salté el carro y la otro me frenó una rueda cerca de mi cabeza por andar detrás de la pelota. Mi papá me llevó a un club y así hacerlo en un lugar adecuado y fue en River Plate, donde me fui formando como deportista”.
Después de varios minutos llegó al momento más dura en su vida y lo que cambió todo. Lavallén compartió sobre el día que perdió a su mamá.
“Tuve un golpe y fue la primera vez que recorrí fuerte a Dios. Fue a los 15 años, donde mi mamá contrajo cáncer y en menos de un año partió. Esa fue la primera vez que me arrodillé y le pedí a Dios que la salvara, pudiera ver mi progreso en River y las selecciones inferiores, pero no pudo ser. Ese día me enojé mucho con Dios por la muerte de mi mamá”, compartió.
Después de vivir ese momento devastador para él, Pablo Lavallén explicó lo que significó perder a su madre, sentirse solo y desprotegido, mientras seguía avanzando en su carrera como jugador. Incluso, confesó que entró en un estado de depresión brutal.
Mientras estaba en el equipo San Luis, de la primera división de México, Pablo Lavallén, tuvo que ser auxiliado por sus compañeros, luego que la situación de su depresión era muy fuerte y le presentaron un pastor para que le ayudara.
“Los compañeros me presentaron un pastor que llegó a orar y no me preguntó nada, solo me escuchó. La reunión comenzó como a las 4:00 de la tarde y terminó como a las 2:00 de la mañana y esa persona que conocí por cinco minutos fue con la que más me abrí a contarle todo lo que había sufrido y peleado con Dios por la muerte de mi mamá”.
Y recuerda que: “Tenía ataque de pánico, no podía estar en una habitación que estuviera bajo llave, donde no hubiera luz y cuando escuchaba un ruido pensaba que me iban a robar o matar, yo estaba con miedo”.
En la previa al clásico capitalino ante Motagua, el técnico argentino del Olimpia abrió su corazón y exteriorizó detalles muy importantes de su vida.