El Villarreal trasladó la fiesta por su clasificación para las semifinales de la Champions en Múnich y firmó su resurrección en LaLiga Santander, con un triunfo importante en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Getafe.
No acusó ni el desgaste físico ni emocional el conjunto de Unai Emery, que no obstante presentó un once con numerosos cambios respecto al que formó en el Allianz Arena. La 'operación' le salió perfecta al 'submarino amarillo', que tras acumular dos derrotas y un empate en las tres jornadas precedentes emerge en busca de la zona europea de la que se alejó notablemente con dichos tropiezos.
Curiosamente se había dejado buena parte de sus opciones en los partidos lejos de La Cerámica. En LaLiga había encadenado tres derrotas y un empate como visitante. En Europa ocurrió lo contrario, selló su pase a cuartos en Turín y a semifinales en Múnich. Ahora también despierta en el torneo doméstico como forastero.
Su velocidad en las transiciones, como quedó expuesto en la capital bávara con el trascendental gol de Samu Chukwueze, trituró al necesitado Getafe. El conjunto de Quique Sánchez Flores trató de responder pero se quedó en el camino y en un solitario tanto del turco Enes Unal.
En poco más de un cuarto de hora el Villarreal había encarrilado el triunfo. Un disparo en semifallo de Gerard Moreno, que rozó en Jorge Cuenca, y Manu Trigueros, devolvieron al bloque de Emery a la senda de un triunfo que le sitúa a seis puntos de la sexta plaza que ocupa la Real Sociedad. Luego supo resistir cuando el cuadro azulón presionó y recortó distancias.
El Getafe, por su parte, se queda en una posición difícil, con tan solo cuatro puntos de margen respecto al descenso que marca el Cádiz, que jugará el lunes en el Camp Nou ante el Barcelona.
De dicha zona aún aspira a salir el Alavés. De momento, devolvió el farolillo rojo al Levante con su victoria ante el Rayo Vallecano (1-0) con un tanto de Joselu Mato, que no marcaba desde el 13 de febrero, cuando el equipo vitoriano había logrado su última victoria.
El tremenzo zurdazo del artillero del cuadro vasco ofrece una importante dosis de oxígeno al equipo de Julio Velázquez, que se estrenaba en el banquillo babazorro en Mendizorroza.
Todo lo contrario que al cuadro de Andoni Iraola. El Rayo Vallecano lo intentó sin éxito ni acierto en ataque. Sigue sin ganar en 2022 (no lo hace desde el 18 de diciembre) y ya acumula trece encuentros sin vencer. Su situación empieza a complicarse notablemente. De revelación de la primera vuelta liguera a tener la zona roja a tan solo seis puntos.
Justo por encima del Rayo se ha instalado, ya muy cerca de la permanencia, el Elche. Frenó una racha de tres derrotas seguidas con su claro triunfo ante un rival directo como el Mallorca (3-0), cuyo margen es de tan solo un punto.
El equipo del mexicano Javier Aguirre, que llegaba a Elche con el aval de su triunfo ante el Atlético de Madrid, sucumbió de forma rotunda al ritmo de los goles del colombiano Johan Mojica (m.48), Pedro Bigas (m.58) y el surcoreano Kang In Lee (m.81), este en propia meta.
Osasuna mantiene el sueño europeo en el caso de que la séptima posición acabe otorgando plaza. Asaltó Mestalla sin contemplaciones (0-2) a un Valencia que persigue el mismo objetivo y que volvió a decepcionar. El argentino Chimy Ávila, de penalti (m.50) y el croata Ante Budimir (m.74) premiaron la buena actuación de los hombres de Jagoba Arrasate. Carlos Soler, también de pena máxima, puso algo de picante (m.83) a los a los compases finales, pero no encontró continuidad. EFE
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