El brasileño, Gabriel Araújo, se convirtió en el héroe impensado en la final de la Liga Concacaf que coronó a Olimpia como campeón tras vencer a Alajuelense 5-4 en la serie global en suelo costarricense.
A Araújo se le vio confiado, dialogando con Yustin Arboleda, Carlos Sánchez y Michaell Chirinos; enfocado en que sería la noche de su vida y así fue.
El lateral izquierdo de Olimpia disparó y desvío en la barrera de Alajuelense permitió que el balón ingresara sin que Leonel Moreira pudiera impedir que las redes se mecieran por segunda vez en el Estadio Alejandro Morera Soto.
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Gabriel Araújo no dudo en celebrar por todo lo alto la anotación con un gesto que será inolvidable para la afición Merengue.
El zurdo señaló su espalda, en la que tiene un león tatuado, demostrando la garra de campeón que caracteriza al cuadro Merengue.
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