El exjugador de la Selección de Canadá, Julián de Guzmán, describió lo que sentía cada vez que jugaba en Centroamérica y admitió que el 8-1 de Honduras sobre su país marcó el evento más negro en la historia del fútbol canadiense.
"Cuando mencionan a Honduras, Panamá, El Salvador o Costa Rica, mi reloj me indica que es momento de suspirar, respirar profundamente porque definitivamente me pega duro. Son países bellos, con gente bella pero si eres el rival, debes estar preparado", inició.
Con 40 años de edad, el norteamericano describió en su video cuales fueron algunas de sus experiencias relatando que en algunos lugares no hay siquiera aeropuertos y solo son campos abiertos.
"Cuando te llevan al hotel hay armas, en cada piso del hotel hay armas, ves más tipos con armas que pelotas de fútbol. Y luego quieres dormir y hay gente afuera cantando, hasta las 4:00 de la mañana", lamentó.
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De acuerdo a Julián de Guzmán cuando miraba partidos de su selección en países centroamericanos, se preguntaba que les pasaba dentro del campo.
"Hablaban de los aficionados, de los jugadores, del ruido; me dejaban mariposas en el estómago, las raíces del juego no te preparan para eso, tenes que vivirlo. Monedad, orines te lanzan y buena suerte cuando cobres tiros de esquina", expuso.
Del mismo modo, afirmó que el partido en el que perdieron 8-1 contra Honduras en 2012 sigue siendo uno de los momentos más oscuros de su carrera.
"Peros estos jugadores son diferentes, han estado en los mejores escenarios, y el entrenador no permitirá que ellos piensen que no pueden", afirmó.
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