La Villa Olímpica de los atletas de Tokio 2020 abrió sus puertas el martes con discreción, sin actos ni la presencia de medios en medio del repunte de contagios de covid-19 en la ciudad, cuando restan pocos días para la inauguración del evento.
Los residentes del complejo construido en el distrito de Harumi, en una de la islas artificiales de la bahía de Tokio, empezaron a llegar a lo que serán sus alojamientos mientras dure su participación en los Juegos, fuera del foco mediático y sin que la organización quisiera proporcionar cifras sobre los primeros inquilinos.
La Villa Olímpica, que alberga comedores, un gimnasio y un centro de control de dopaje, contará también con una clínica para gestionar los potenciales casos de covid-19, además de unas instalaciones médicas para atender otro tipo de contingencias sanitarias.
El uso de mascarilla será en principio obligatorio en las zonas comunes y cuando no pueda garantizarse una distancia de seguridad apropiada para todos los atletas olímpicos y paralímpicos, que se esperan que sean unos 15,400 en conjunto, y otro personal con contacto frecuente con ellos.
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