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Celebremos el triunfo de la Mini H, pero algunos todavía deben su cuota...

La Sub-20 no está resarciendo lo que hizo la Mayor, pese a los triunfos, no todo está bien todavía. No debemos quitar el dedo del renglón en las cosas malas
Celebremos el triunfo de la Mini H, pero algunos todavía deben su cuota...

"En la vida hay que evitar ser un 'optimista desenfrenado' y aprender a ser un 'entusiasta realista', eso nos acercará más al éxito", dice una idea contextualizada del libro Carácter y Personalidad del profesor Salvador Iserte.

Todo debe ser equilibrio en la vida y en este momento preciso, es muy aplicable al fútbol, al fútbol hondureño.

La Selección Sub-20 logró el objetivo de alcanzar el Mundial Sub-20 con solvencia, con personalidad y siendo el equipo más efectivo del Premundial que alberga, del que es sede y con marcha perfecta ya tiene su boleto para el Mundial de Indonesia 2023.

Nos podemos poner románticos y escribir un poema pletórico, con todo el amor que le tenemos a nuestra Selección, de la que desde hace 18 años que comenzamos esta carrera le llevamos la pista muy cerca.

Pero hay que tener equilibrio. Sí, clasificamos, festejamos, les damos gracias por su entrega y cumplimiento, pero hay muchísimas cosas que todavía tenemos que arreglar en casa.

La Selección Sub-20 no está resarciendo lo que hizo el equipo mayor, pese a los triunfos, no todo está bien todavía. No debemos quitar el dedo del renglón en las cosas malas que pasan en el país, que se han venido trabajando mal.

No debemos olvidar el mal capítulo de las canchas y los cambios de sedes, ni el tropiezo monumental que ha tenido el equipo mayor en la pasada eliminatoria que nos dejó viendo el Mundial de Qatar desde el sillón.

Este equipo de Honduras, muchos quizás en su mayoría, no creía en él. Los nombres no nos sonaban, no estaban en nuestro radar, pero ahora, estos muchachos han dado un paso al frente y dicen 'aquí estoy'.

Lejos de la sarta de sandeces que dijo el colega panameño en su cuenta de Twitter, sabemos que nuestra realidad es diferente. Este equipo hondureño tiene futuro pero necesita seguimiento y luego también dependerá de cada uno de los jugadores.

Esta Selección quizás no es la generación en su momento de la Sub-20 encabezada por David Suazo rumbo al Mundial de Nigeria 99, quizás la mejor representación en esa categoría.

Marco Aceituno es la punta de lanza de este equipo, un '9' con las características de una posición como tal, que tiene gol, que vive en el área, que huele la sangre, un killer. Quizás su estatura es un punto en contra pero lo compensa con otras características.

Isaac Castillo es otra 'no tan sorpresa', pero agradable que nos ha dejado este equipo. El medio ofensivo del Marathón tiene todo para convertirse en el referente de esta Selección y en un futuro de su equipo.

Pero como dicen los mismos futbolistas, 'hay que mantener la cabeza en el cielo y los pies en la tierra'. Se debe soñar con 'cosas chingonas' como dice el Chicharito, pero al final saber que hay cosas que se deben de hacer mejor.

Este equipo es compacto, bien trabajado por un entrenador joven, con muchas aspiraciones y que ha construido mucho para estar allí, se retiró joven como futbolista para dedicarle tiempo a esta carrera donde está recogiendo los primeros frutos.

Luis Alvarado tiene todo, tiene camerino, tiene mundo en el fútbol combinado con formación académica e integral, es el prototipo perfecto de entrenador para darle seguimiento, para llevarle de la mano y ponerle el hombro para llegar al éxito.

Pero hay muchas cosas más. El tema de canchas no hay que soltarlo, el apoyo a ligas menores, el torneo reservas, las estructuras del fútbol menor, modernizarlo y quitarle la burocacia, olvidar las viejas prácticas y preparar a los entusiastas entrenadores menores y dirigentes que lo hacen por puro amor al arte.

Los equipos grandes comenzando desde Olimpia, Motagua, Marathón y Real España lo están haciendo bien dentro de las posibilidades que tienen, pero todavía falta mucho más. Podemos ir al Mundial y a los Juegos Olímpicos pero que eso no sea una píldora para el olvido, mantengamos la premisa de mejorar.

Todavía tenemos la suerte del talento que nace pese a la mala formación y apoyo que se les da, pero no sigamos aletargados en ese axioma que por años ha venido siendo el denominador común en Honduras.

Felicito a los muchachos y cuerpo técnico, ellos ya cumplieron con su parte, ya nos entregaron los dividendos que debían, sus cuentas están limpias. Y sí, pueden subirse todos los que quieran a este barco de la victoria, pero ustedes, los directivos del fútbol no olviden que algunos todavía tienen una cuota que cumplir, que hay otras cosas que no podemos meter al maletero y viajar tranquilamente.

ADEMÁS: No sigamos haciendo el ridículo... El tema de canchas debe ser prioridad en Honduras

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