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Con casi tres años de no poder levantar ninguna copa, el Motagua se debate actualmente en una crisis por malos resultados y en una incertidumbre por la apuesta con el técnico argentino Hernán la Tota Medina, todo un desconocido por estos lados, quien llega como relevo del ex ídolo de los azules, César Obando.
Los mimados de la capital han tenido que interrumpir el proyecto de interinato con Obando, luego de tres derrotas en cuatro encuentros, que tienen comprometida incluso hasta la clasificación para la liguilla y la próxima Liga Concacaf, esto planteado en los peores escenarios.
La directiva de los azules equivocó el camino, así lo demuestran sus malos resultados, con la designación de un técnico novato, que, por más empatía con la afición y los medios de comunicación, no estaba preparado para el reto de sustituir a Diego Vazquez y mucho menos en tiempos de crisis.
El panorama ahora es más incierto con la contratación de un técnico que ocupará un buen tiempo para adaptarse al país, a una nueva idiosincrasia, y lo más importante implantar su estilo de juego en un equipo que quedó automatizado con Diego Vazquez, tras más de ocho años de matrimonio en el que hubo muchas alegrías con cinco títulos de liga y muchas decepciones por todas las finales internacionales perdidas.
No estoy tan seguro, para el caso, que Tota Medina pueda mejorar el rendimiento de los argentinos Franco Olego, Lucas Baldunciel y Diego Ausqui, con un declive desde la etapa de Diego, y que otros refuerzos como Ángel Tejeda facture los goles que se requieren, percepción que nos lleva a pensar que muchos de ellos solo están "pasando el agua" como verdaderos fiascos.
Motagua, muy por debajo del resto
El Motagua actual ha caído tan bajo en su rendimiento que hasta futbolistas seleccionados nacionales como Denil Maldonado se han visto contagiados en la burbuja que solo ha llevado a la desilusión.
Otro dolor de cabeza con el que se encontrará Medina es con los arqueros, puesto que a Jonathan Rougier como que ya le pasa factura la edad y Marlon Licona sigue con sus errores de primaria en partidos claves. Esto sin duda deja sin más opciones a la directiva, que debe apurarse para contratar un emergente en esta posición.
En una brusca transición, las águilas se ven por ahora abajo del Olimpia, Real España, Victoria y Vida, los mejores animadores del campeonato. Aunque el momento que viven en Motagua, resulta un buen desafío para sus futbolistas no volver a caer en viejos vicios, donde en un año salías campeón y en el otro terminabas en el noveno lugar del campeonato.
No quisiera estar equivocado, pero un grande como Motagua no debería arriesgar tanto con técnicos incipientes, porque eso no siempre resulta para bien. Tras la salida de Diego Vazquez me esperaba a su sustituto, un entrenador del perfil Pedro Troglio o Pablo Lavallen en Olimpia. Si el tema pasaba por plata, seguro que los Atala lo pagarían con uno de sus patrocinadores, pero no sucedió de esa manera.
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