Estamos en plena fase de clasificación a los octavos de final del Mundial Qatar 2022 de la FIFA y ya comienzan a confirmarse las apreciaciones previas a la competencia sobre la condición física de los protagonistas.
No haremos referencia a las lesiones producidas por fuertes golpes durante los partidos porque son situaciones constantes en todo momento.
Pero el panorama que se insinuaba ya está presente.
Sustituciones inesperadas debido a cansancios prematuros o dolencias musculares, paralización de los juegos por reiterados calambres, rotación de las alineaciones para dosificar los esfuerzos…
Factores que superan el promedio de estas coyunturas en tiempos y fechas normales.
Llevar a cabo esta fiesta del fútbol en Qatar promovió un indispensable cambio de calendario que está afectando a las selecciones mundialistas.
Y lo peor está por venir: los partidos decisivos para seguir transitando el camino hacia la copa y la inmediata reanudación de las ligas en Europa.
Tal vez por reconocer su error original la FIFA decidió ser más generosa con los clubes que aportan jugadores a las escuadras nocionales mundialistas, pero no es suficiente cuando la factura a pagar puede ser la exclusión obligada de algún deportista por tiempos prolongados.
Aceptar el error fue el primer paso…Infantino sabe que el próximo es decirle “nunca más” a estos desatinos.