El torneo Apertura ya ha cumplido dos jornadas y apresuradamente programa ya la tercera fecha de su calendario sin que aparezcan casos de deportistas afectados por covid-19.
A simple vista podría entenderse que las medidas de control han sido efectivas y suficientes.
Sin embargo, el episodio registrado en Costa Rica, donde resultaron afectados once futbolistas de Liga Deportiva Alajuelense debe advertirnos seriamente sobre la aplicación de esas medidas su efectividad y su frecuencia.
Si en un país cuya Federación rechazó un juego amistoso frente a México debido a los rigurosos controles de cuarentena que exige a los que retornan, aparecen estos casos masivos, poco costaría imaginar lo que un descuido, descontrol o distracción podría ocasionar en protagonistas de nuestra liga profesional.
Inconscientes e irresponsables ya han llegado al atrevido acto de pedir que los aficionados regresen a los estadios, como si la pandemia hubiera desaparecido. Y estamos lejos de eso… estamos lejos de disminuir los casos, y por el contrario, entendemos que las medidas deben acentuarse y los controles deben ser más rigurosos y más frecuentes.
Clubes que exponen a sus futbolistas cada 72 horas frente a diferentes adversarios, sin saber realmente cuáles son los pasos que dan fuera de la concentración deportiva, exagerados plazos de validez de exámenes, cierta displicencia mezclada con escasos conocimientos pese a la muy buena voluntad demostrada por aquellos encargados de auscultar en persona a los involucrado en cada espectáculo, provocan un clima propicio para que la advertencia que nos proyecta Costa Rica, se vuelva una realidad .
Un ejemplo preocupante es la visita de la selección de Nicaragua que se medirá a Honduras en Comayagua. Este grupo de deportistas enfrentó a un grupo similar de deportistas guatemaltecos, y lo hizo ante curiosos y ávidos aficionados “pinoleros” que aprovecharon la decisión de los organizadores de realizar el evento a nivel público.
Que este sábado no haya vacilaciones ni exagerada indolencia.
Recién leí que Sinager pediría que no superen las 50 personas presentes en los cada vez más frecuentes mitines políticos previos a las elecciones primarias.
Sinager no debe pedir … Sinager debe prohibir, debe aprobar medidas de obligatorio cumplimiento. Que valga como ejemplo para los clubes de fútbol, para la Liga Nacional y para la Federación Nacional. No podemos andar con “paños tibios”… nuestra permisiva conducta nos puede condenar .