Antony Lozano

Antony Lozano lo hace por segunda vez, ante el Real Madrid, ante Courtois y además, significan tres puntos. Todos ingredientes que adornan una actualidad festiva de una carrera exitosa, con subidas y bajadas pero siempre en un nivel de mucha exigencia. Es decir, su barrio no es cualquier barrio. Es el barrio de la Liga en España. ¡Nada menos!

Lozano siempre cargó como ligero el pesado equipaje de la alta competencia donde habita. Es indiferente a la crítica. Es lo que es, no lo que quisiéramos que fuera. Eso le basta y le sobra.

Disimula desde la altura, con cierta ironía y diversión las discusiones que su fútbol provoca, mientras tanto cobra en la misma caja que los grandes.

Nada va a cambiar. Él en su ruta, partiendo desde Olimpia, Alcoyano, Valencia, Tenerife, Barcelona B, Girona y ahora Cádiz y nosotros alineando discusiones sobre su juego.

El Seguirá añadiendo páginas al libro de su historia con sus actuaciones y no con las nuestras. El seguirá celebrando cada gol o cada partido y nosotros discutiendo barbaridades sobre el éxito con el oportunismo que genera un gol al Real Madrid o una sequía temporal de goles.

Será siempre lo mismo. Para Lozano, su éxito será solo suyo y estará también para quien lo quiera reclamar como propio porque le defendió en las tertulias y para quienes les irrita el Choco, pues que les vaya bien. ¡Yo me quedo y me alegro!