El exjugador de la Liga Nacional de Honduras, Óscar Pescado Bonilla, vivió momentos de pánico el pasado 4 de diciembre luego de que fuera gaseado y golpeado tras una pelea entre reos y miembros de la Policía Militar de Orden Público (PMPO) en la cárcel de Támara.
Lo anterior se dio luego que los privados de libertad cometieran insurrección en sus módulos. "El uso de medidas correctivas son necesarias para mantener el orden y la seguridad dentro del recinto penal. Si se insubordina un privado de libertad, se le hará ingresar a la celda de nuevo, utilizando los medios que legalmente están establecidos para tales procedimientos", dijo el Coronel Ramiro Muñóz.
En ese sentido, el miembro de seguridad dijo que la fuerza es una medida que debe aplicarse en todas partes del mundo cuando los reclusos violan las normas a lo interno de un presidio.
"Cuando se les iba a quitar los teléfonos que estaban haciendo ellos se revolvieron. Rompieron candados y puertas, lo que se les hizo fue se lanzó gas lacrimógeno que está dentro de los protocolos", aclararon.
Ramiro Muñóz invitó a los medios a acudir a Medicina Forense a corroborar su es verdad que alguno de los afectados, entre ellos el Pescado Bonilla, quedó con el rostro afectado tras los incidentes.
¿Qué castigo les aplicaron?
A todos los presos involucrados se les castigó con no poder tener visitas en el mes de diciembre, por lo que podrán ver a sus familiares hasta enero de 2025.
