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Maria Andrejczyk, lanzadora de jabalina, subastó su medalla de plata de Tokio 2020, para ayudar a pagar la cirugía cardíaca de un bebé polaco de 8 meses.
Conmovida por la historia del pequeño, la medallista olímpica decidió dar su granito de arena subastando su medalla de plata lograda en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Żabka, una cadena de supermercados polaca, ganó la subasta con 44 mil euros. Pero esto no quedó ahí luego que la empresa decidiera devolver la medalla a Andrejczyk tras su noble gesto de ayudar a otro.
"La medalla es solo un objeto"
Maria Andrejczyk compartió un mensaje en sus red de Instagram donde señaló que el verdadero valor de la medalla permanece en el corazón.
"El valor real de una medalla siempre permanece en el corazón. La medalla es sólo un objeto, pero puede ser de gran valor para otros", dijo la atleta.
Y agregó: "Esta medalla de plata puede salvar vidas en lugar de acumular polvo en un armario. Por eso decidí subastarla para ayudar a los niños enfermos.
Andrejczyk no es ajena a la situación de Milos. En 2018 padeció de un tipo de cáncer de huesos, lo que la mantuvo alejada de la actividad por largo tiempo y solo volvió al deporte tras una serie de tratamientos médicos.
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