Jonathan Rougier se contuvo de decir una "grosería", según explicó el propio guardameta, esto luego del arbitraje de Selvin Brown que fue marcado por la polémica al señalar dos penales a favor de Marathón.
"No voy a decir una grosería, pero aquí en la garganta", dijo Rougier tras la clasificación de Motagua a la gran final. "Feliz de estar en una nueva final en un torneo bastante convulsionado que tuvimos y no queríamos que fuera así", añadió.
El guardameta fue sarcástico al mencionar que el juez central "ayudó" al cuadro verdolaga y posteriormente amplió diciendo que la afición de Marathón fue fundamental para la reacción del verde.
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"El árbitro, digo, la hinchada los terminó de empujar a ellos, el ambiente los ayudó mucho y nada, hay que reírse porque desestresa y contento por la familia que también sufre", dijo.
El arquero sudamericano no perdió la oportunidad de recordar a Ninrod Medina, quien se encargó de armar la plantilla a inicio del campeonato hondureño.
"Conseguimos el primer objetivo y mañana mirar el partido de ellos (Olimpia vs. Génesis) tranquilo. Ninrod debe estar contento porque fue quien armó el plantel, fue parte de esto", amplió.
"Esta clasificación se la dedicó a mi hijo, mi esposa y familia en Argentina. A mi hijo que la pasa mal, es un amor", cerró Rougier.
Motagua se clasificó a la gran final al alcanzar un global de (4-3) en la serie y ahora está a la espera de rival que saldrá de la llave entre Olimpia y Génesis.
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