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Pedro Troglio a fondo: Lo único por lo que cambiaría sus títulos en Olimpia y el partido que más quería ganar

El entrenador del Olimpia mostró su lado más humano en una amena charla con Carlos Ordóñez donde habló temas que jamás ha mencionado.
Pedro Troglio a fondo: Lo único por lo que cambiaría sus títulos en Olimpia y el partido que más quería ganar
Pedro Troglio siente que se exagera con lo realizado por su equipo. - Foto: Deportes TVC

Pedro Troglio abrió las puertas del Centro de Alto Rendimiento José Rafael Ferrari (CAR) para charlar sobre todo lo que ha conseguido en el Olimpia, que no es poco, también reconoció cómo lo ha logrado y revelar más de algún dato que jamás ha dicho en otro lugar.

Carlos Ordóñez, integrante del staff de Deportes TVC le entrevistó en EXCLUSIVA en conmemoración a sus más de 100 triunfos en Liga Nacional desde que llegó en 2019 y previo al clásico ante Motagua por la fecha 14 del torneo Apertura de la Liga Nacional.

El entrenador de los Leones confesó lo que pensó cuando Olimpia lo llamó para contratarlo y cómo fue que decidió venir, sumado a eso dio a conocer la única cosa por la que cambiaría los siete títulos que ha ganado desde que arribó a suelo hondureño.

Aquí la charla completa con Pedro Troglio:

¿A qué le suena lograr el récord de más partidos ganados en la Liga Nacional?

Es un placer, un orgullo, en poco tiempo porque la realidad indica que llevamos cuatro años en el país, con un impase en el medio y llegar a más victorias en tan poco tiempo y superar a algunas personas que dirigieron una vida, es una placer, pues son las cosas que nos quedan el día que ya no esté más en este club.

Foto: Cronómetro.

¿Se lo imaginó?

Nunca me imaginé que iba a estar tanto tiempo, en mayo de 2024 van a ser cinco años. Tampoco me imaginé que iba a salir todo bien, porque cuando vos venís a un equipo grande, durás lo que ganás. Si vos salís campeón, mirá la Tota Medina, salió campeón y al año siguiente se tuvo que ir, sigo porque hemos salido campeones. Cuando hemos tenido traspiés se nos ha criticado a muerte, sabemos que nuesta vida útil es el día a día. Eso nos ha mantenido acá.

¿Cuándo lo llamaron de Olimpia la primera vez, qué fue lo que pensó?

Yo dirigí 14 años en el fútbol argentino y siempre dirigí sacando a Independiente y San Lorenzo siempre en situaciones complejas porque eran equipos que estaban a mitad de tabla, aunque peleé títulos, pero nunca te alcanza porque cuando llegás a una definición contra Boca y River, no es tan fácil. Luego salí del país y fui campeón con Cerro Porteño de Paraguay y con la U de Perú, pero me dije que tenía que ir a equipos grandes que estén necesitados y enseguida sale esto. Mi único recuerdo que tenía era haber venido a Honduras a jugar dos partidos en el año 85 y sinceramente no conocía el fútbol centroamericano. Sabía de México y la MLS, pero no lo dudé. Vi la historia del club, me informé como eran los dirigentes, miré unos partidos y me di cuenta que la diferencia no era tan grande con Motagua y ahí decidí venir.

¿Vino dos veces a Honduras en el 85?

Sí, a un partido en San Pedro Sula y otro acá (Tegucigalpa) contra la selección de Honduras, vine con River Plate, con el Tolo Gallegos, Alonso, Pumpido, Ruggeri, yo tenía 19 años.

¿Y cómo era ese Troglio de 19 años?

Era un chico que había debutado con 17 años en River, en un fútbol donde los jugadores jóvenes no migraban, se quedaban en Argentina y era difícil entrar. Me tocaba jugar casi siempre en los segundos tiempos, ya había salido campeón de América. Contra la Selección de Honduras jugué 30 minutos en San Pedro. Si no equivoco, ahí estaba Juan Carlos Espinoza.

¿Qué fue lo primero que leyó cuando buscó Olimpia en internet?

Te salen un montón de cosas, que vos sabés cuáles son los equipos más grandes de cada país. Recuerdo haber visto la crítica enfurecida por perder finales con Motagua seguido y es normal ver que estabas en una etapa difícil, pero cuando vi los partidos me di cuenta que la diferencia no era tan grande.

De su presentación con Olimpia ¿Qué recuerda, profe?

Estaba el presi que me dio la camiseta, no tenía tantas canas, miro la foto de hace casi cinco años y tenía menos canas, ja, ja, ja. La situación del país estaba brava, me decían que no me dejaban salir del hotel. No saben de dónde vengo, de un país en el que tenés que saber dónde ir para no pasarla mal. Tengo casi cinco años acá y nunca me pasó nada. Vivo bárbaro, salgo a comer a toda hora, camino de noche.

¿Nunca ha sentido miedo acá en Honduras?

Nunca. Nunca he sentido una situación de violencia. En Argentina también si vos de equivocás de calle la pasás mal, pero si vos te movés en un lugares tranquilos la pasás mal. Voy al súper mercado tranquilo. A lo que me habían pintado antes de venir, no es así. Hoy que lees de Argentina, que el dólar, que es un desastre, pero es lindo.

¿Cómo han sido estos casi cinco años en Honduras?

Muy lindos, lo único duro ha sido el tema familiar. La gente a veces no lo analiza. En todo este tiempo yo a mi familia, cuando regreso a Argentina en Mayo, la habré visto un año en total. Vinieron hace poco, estuvieron 10 días y espectacular.

¿Cómo hace, profe?

Como jugador lo hice, estuve 10 años en Europa, dos en Japón, estoy acostumbrado, pero todo es producto de mi esposa que me apoya. Es durísimo cuando se empieza a ir la familia, cuando falleció mi mamá pude estar allá con ella, es doloroso, el otro día miraba la foto de Mirko y Pedrito, mis bebés, hoy ya Mirko ya tiene barba casi, pero bueno, son elecciones, nosotros somos así, los que nos dedicamos a esto sabemos que es difícil.

¿Cambiaría todos los títulos por un abrazo a su viejo?

Por supuesto, cambiaría todos los títulos por volver a abrazar a mi viejo, pagaría por estar ahí el día que lo llevaron a la clínica, por estar ahí el día que se fue, pagaría por eso momento. Los títulos todos muy lindos, pero esto es muy difícil. Con mi vieja si pude estar hasta el último suspiro. No me arrepiento porque les di todo lo que pude darles.

¿Cómo esa llamada del día que falleció su papá?

Me llamó mi hermano, yo ya sabía porque mi papá venía mal. Ya estaba esperando, justo fue en pandemia, estaba solo, no podíamos salir y me apoyó mucho la gente, los dirigentes, se me fueron grandes, mis padres tenían 95 y 96 años, soy un bendecido porque hay gente que pierde a sus padres muy jóvenes, pero nunca estamos preparados para esto. Cuando se van afloran todos los recuerdos con ellos.

¿Sintió que lo han acompañado en estos títulos?

En todos, hay momentos terribles, me parece que en el Azteca estaba ahí, el día de Seattle también estaba ahí, el día de Montreal Impact, ni hablar las finales con Motagua, la final contra Olancho, me acompaña constantemente.

¿Si pudiera decirle algo a su papá, qué le diría?

Siempre digo lo mismo, gracias, yo fui feliz en la pobreza y no tengo recuerdos malos. Tengo recuerdos de mis padres siempre alegres, no teníamos un peso para comer y éramos felices, eso ero lo más difícil de todo. Yo fui feliz sin nada y fue producto de la famili que ha tenido, soy un agradecido, a veces no me gustan las injusticias o hablar mal de la gente.

¿Fue feliz sin nada?

Sí, que a veces dicen que el dinero da la felicidad, pero ayuda, es lógico. Miraba a mi papá irse a las cuatro de la mañana y volver a la noche para trabajar, hubiera sido feliz tener más tiempo para disfrutar con los hijos, no sé si fue feliz en ese momento. Cuando tenía más de 60 años le pude decir que no trabajara más y ahí empecé a llevármelo un poco más, ahí pudo disfrutar más de la vida, por todo lo que había trabajado.

¿Su primer partido dirigiendo en Honduras cómo lo recuerda?

Bien, había muchísimo calor. Recuerdo que íbamos camino del hotel de San Pedro Sula hacia El Progreso y dije ¡uy, qué calor! Te quemaba la cara. Ahora ya ni me doy cuenta, puede estar a 40 grados y no pasa nada porque ya me acostumbré. Ese día fue terrible, hacía calor, llovía y le ganamos 4-0 al Progreso con goles de Maidana, Garrido, Chirinos y Benguché, ese fue el inicio, el primer partido de tantos que había que conseguir para ser campeón.

¿De esos triunfos, recuerda el primer clásico contra Motagua?

Había visto antes de venir que Motagua salía campeón siempre y que Olimpia traía tres años y medio sin ganar, me acuerdo que en aquel momento ni le daban importancia a la Concacaf porque había bronca porque no ganabas el torneo local, hoy lo hacés y perdés la Concacaf y sos un desastre. El primera clásico era importante ganarlo para medianamente cortar un poco esa creencia de que Motagua estaba por encima nuestro. Ganamos ese partido con gol de Garrido y de Benguché, fue un quiebre para todo lo que vino.

¿Cómo fue ese partido?

Comenzamos ganando con un gol de Garrido de tiro libre, después de Benguché iniciando el segundo tiempo, había empatado Estigarribia, no fue tampoco fácil, generamos situaciones después del segundo gol, pero como son todos los partidos con Motagua, salvo algunas excepciones, son todos juegos cerrados. Quizá solo uno que perdimos 4-1 y otro que nosotros ganamos 4-0.

Foto: Cronómetro.

¿Qué final es la que más recuerda?

Por el juego, la mejor fue contra Real España, que ganamos 2-0 con dos goles de Jorge Álvarez, ellos venían de ser primero y nosotros terceros. Las de más valor son las ganadas a Motagua, la del Tri y el quinto título nuestro, son las más importantes por el rival.

Le quiero consultar ¿Qué recuerda cuando dijo aquella famosa frase: "somos locos de mierda"?

Ja, ja, ja. Yo soy así. Soy una persona que muestra tal cual, no vendo una imagen distinta, quizá en mi casa con la familia soy más tranquilo, pero yo acá, siempre me preguntan a veces porque reacciono así, porque si perdés un partido te matan y si no tenés una coraza y estás fuerte te pasan por encima. Porque sos el responsable de lo bueno y lo malo del Olimpia. Cuando ustedes escuchan una mala palabra se asutan, pero en Argentina decir "loco de mierda" es decir que sos más loco de lo normal.

¿Qué sintió cuando se hizo tan viral y se convirtió hasta un grito de guerra?

Lo que pasa es que aquí quizá se asustan con esas malas palabras, pero es que el argentino a veces es un poco boca sucia, pero para nosotros son palabras de cariño, como el boludo, por ejemplo, que la usamos y es una mala palabra. No lo dije con maldad, habían pasado cosas en la final anterior, había una carga emotiva. Cuando ganás todo sirve.

¿Alguien le dijo algo por esa frase?

No. Hasta el presidente un día me dijo: "somos unos locos de mierda". Me quise morir porque ves al presidente siempre serio, estructurado, nunca le escuchás una mala palabra, pero me gusta cuando comparte esas cosas. A veces tiene la misma camisa roja con la que yo estoy en la cancha, él tiene una igual, cuando salimos campeones en el último torneo se la regalé. Ha sido una compañía muy grata.

¿Por qué usted siempre le ha dado un gran valor al fútbol hondureño?

Siempre. Y me da mucho pesar cuando escucho a técnicos, exjugadores hablando mal del fútbol hondureño. Yo les pregunto a todos esos que dicen que el fútbol hondureño es malo, es lento ¿Cuántos partidos de la Liga de Panamá ven por semana? Los invito a ver un Getafe vs Levante, lo que pasa es que solo ven al Real Madrid, mucho Manchester City. Hablan por hablar. Yo, que tengo casi cinco años de estar acá he visto una evolución del fútbol hondureño, lo veo más difícil. Olimpia lleva cinco años de proceso y es lógico que consiga tenga resultados. Yo quiero que le den más valor al fútbol de este país.

¿Cómo quiere que lo recuerden en el fútbol hondureño?

Como esto que he pasado, que hemos conseguido algunos números que un día los van a superar. No es fácil, hoy creen que todo es fácil porque Olimpia salió seis veces campeón y ahora lleva 13 puntos de ventaja, no es fácil, es un trabajo, estar juntos, es la evolución de los jugadores. Lo que soñaba era dejar el nombre en el club.

¿Tiene claro el impacto de lo que ha logrado?

Claro, si vos superás a alguien como Chelato Uclés en victorias, por ejemplo, alguien que es hondureño, es mucho para mi. O haber ganado los títulos que hemos ganado, como equipo se ha podido marcar una época. Eso es lo que va quedar. Capaz ya estaré viejito y dirán ¿te acordás del equipo de Troglio, de Bengtson, de Beckeles?

¿Qué ha hecho para lograr todo esto?

Hemos hecho un excelente trabajo con los jugadores, los dirigentes y la hinchada, hemos generado una química importante y las victorias te traen tranquilidad para trabajar. Te dan credibilidad.

¿Cuál es la fórmula de Troglio?

No hay una fórmula, es simplemente trabajo y eso que digo a la hora de jugar, todos trabajamos para atacar y defender. Lo otro es el armado de grupo, tratamos de adaptarnos a lo que club tiene y puede.

¿Es Pedro Troglio sobre protector con sus jugadores?

Claro, ellos son los que entran al campo a defenderme. Ni ustedes ni los hinchas ni los dirigentes me defienden, ellos son los únicos y cómo me voy a llevar mal. A ellos los tengo que defender a muerte aunque sean un desastre o hagan, como decimos, cagadas. Saben que me he calentado en el vestuario, pero afuera jamás.

De esta última etapa ¿Qué partido considera como memorable?

Esa final contra Olancho fue terrible, complicada.

¿Alguna anécdota en todo este tiempo en Honduras?

Yo me acuerdo en un partido que Arboleda no venían bien ni Kevin López tampoco, no estaban del todo bien por las lesiones. Y los pusimos en la final contra Olancho, Arboleda hizo dos golazos y otro Kevin López y parecía que estaban bárbaros. Si vos los veías, no estaban bien porque venían de recuperarse. Cuando ganás sos bárbaro y cuando no sos una porquería.

¿Es peleón usted, profe?

Claro, pero es que no pueden hablar todos de tu trabajo y no defenderte. Alguna vez me pudiste preguntar algo y responderte enojado. Vos podés tener tu opinión y yo la mía.

¿Es el mejor Olimpia de toda la historia el suyo?

No, porque yo no vi toda la historia del club, lo que sí sé es que somos uno de los grandes  equipos de la historia del Olimpia. Este equipo ha logrado que todo esto es fácil. Hay cinco años de trabajo, una dirigencia que me buscó en Argentina y vine porque quería ser campeón más veces.

Si el Olimpia le gana a Motagua ¿nadie podrá vencerlos?

No lo sé, porque después vamos a ir a semifinales y finales y ahí es otra cosa. Recordemos el último clásico, los primeros minutos Motagua dominó y pudo anotar, la historia pudo cambiar. No es que hay una diferencia abismal. Empatamos con los dos del fondo. Les ganamos arañando al Marathón en el Yankel. En semifinales podés tener una mala tarde y se acabó. No será fácil.

¿Ser campeón invicto es una ilusión?

No me vuelvo loco porque faltan nueve partidos: cinco de las vueltas, dos semifinales y si pasamos, dos de la final. Es una eternidad, no podemos predecir una locura. Yo quiero salir campeón, si me decís que vas a salir campeón y vas a perder tres partidos, no importa. Si pasa, sería una cosa más importante, pero no nos volveremos locos.

¿Qué palabras hondureñas aprendió cuando se enoja en el camerino?

Ja, ja, ja. Son unos "majes", andan bolos en la cancha. Son varias, pero no soy de enojarme así siempre, quizá unas 10 veces en estos cinco años. Recuerdo contra Estelí, pero una vez contra Saprissa, perdimos y le di un beso a todos los jugadores porque tres días después jugábamos el clásico. Me volví loco el otro día en San José, que era un amistoso, porque no llevaron algunos los tacos de aluminio y patinaban. Entré al vestuario loco. Siempre pasa adentro y ellos lo saben.

Ver: La contundente respuesta de Emilio Izaguirre sobre si ve al Olimpia como máximo candidato al título

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