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La árbitra hondureña, Melissa Borjas Pastrana de 35 años ha destacado mucho a nivel nacional e internacional y ha logrado romper con muchos estereotipos por el hecho de ser una silbante mujer.
Borjas Pastrana detalló que primero completó su carrera universitaria y luego retomó el arbitraje y que su mamá le pidió que lo dejara por la insolvencia económica en el principio.
La juez catracha se confesó con Juan Carlos Pineda, director de Fútbol a Fondo, en la entrevista 'Con Pineda Chacón' y compartió en una amena conversación sobre sus inicios en el arbitraje, quiénes fueron sus principales motivadores, las dificultades del arbitraje en Honduras.
¿Por qué le llaman más por su segundo apellido?
“Porque mi tío, Carlos Pastrana también fue árbitro de categoría internacional, con muchos torneos importantes que representó a nuestro arbitraje y a nuestro país. Y me quedé con ese apellido, porque muchos exárbitros me conocieron desde muy pequeña cuando andaba con mi tío en las canchas”.
“Después tuve que hacer la aclaración, porque mucha gente estaba confundida que él (Carlos Pastrana) era mi papá”.
Trayectoria de Carlos Pastrana
“En el que se retira fue el Sudáfrica 2010, pero ya tenía participación en todos los Mundiales juveniles, torneo de Clubes, además de Confederaciones. Y estuvo un mes de invitado en liga de Emiratos Árabes”.
Una personalidad diferente fuera de las canchas
“El trabajo lo exige (seriedad), y más el hecho de ser mujer hay que marcar la diferencia entre cómo puede ser la relación un jugador y una árbitra, que es muy diferente a relación con un árbitro”.
¿Árbitro o árbitra?
“Hace 3 años que se hizo este cambio, porque solo se utilizaba el articulo ‘la arbitro’. Pero todavía hay muchas personas que no se acostumbran y siguen utilizando, y la asistente así quedo”.
¿Por qué decidió ser árbitra Melissa Borjas Pastrana?
“Primeramente a mi tío, porque de no haber vivido aquella parte en mi niñez de verlo dirigir y desarrollarse en las ligas burocráticas.”.
“Yo comencé a la edad de 16 años y mi tío aún estaba activo, inicié con los cursos de inducción de arbitraje y quería ser asistente como él. No continué por los 5 años saqué mi título en la universidad y el comenzó (Carlos Pastrana) me dijiste que ibas a volver que lo ibas a intentar”.
“Luego hablamos con Amílcar Burgos (exárbitro hondureño) porque él estaba encargado del proyecto de arbitraje femenino y estaba creciendo el fútbol femenino y en Centroamérica no había árbitras, solo asistentes”.
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Carrera universitaria, una prioridad
“Y luego a terminar la carrera universitaria en el 2010 comienza otra vez mi tío y Amílcar a decirme ‘no es que ibas a volver’, pero a mí la verdad a mí se me habían pasado las ganas de complacer a mi tío con el arbitraje”.
Regreso al arbitraje
“Pero mientras estoy metiendo papeles para desempeñarme en mi carrera, vuelvo con los cursos de inducción y Amílcar me dice ‘asistente ya no vas a ser, te vamos a trabajar como árbitra’, porque tenia el carácter y la personalidad que lo requiere y además Shirley Perelló ya se estaba desarrollando como asistente y a Made Turcios y necesitamos formar el trío y competir a nivel internacional”.
¿Qué te le atrajo para dedicarse al arbitraje?
“Los primeros años en el arbitraje todo es gasto, por ejemplo, en el campeonato de Reservas que es la etapa de formación, tenía que poner más de mí bolsa que lo que recibía, hay que hacer viajes, en Honduras no se puede vivir solo del arbitraje”.
La parte de la disciplina, soy muy tajante, en ese sentido ser muy disciplinada y que me desafíe tanto. Encontré en el arbitraje una pasión que iba acorde una algunas virtudes de que poseo y una de ellas es la disciplina”.
Su madre no quería que fuera árbitra
“Mi mamá intentó sacarme del arbitraje, por los primeros años solo son gastos y présteme que necesito ir a San Pedro Sula o necesito para ir a un partido, para los uniformes. Ella no lo miraba en ese momento como una profesión seria”.
“Pero al final yo resistí, yo sigo en esto y en 2013 que me ascienden en un panel internacional y recibo mi gafete, ahí me mamá dejó de insistir. La esperanza que tenía de quedarme haciéndolo como pasatiempo, terminó”.
La gran recompensa
“Recibiendo el gafete FIFA, empiezo a recibir los primeros torneos internacionales a nivel centroamericano y ahí empezamos a recibir a recuperar la parte que los primeros años se había invertido”.
“A los años realmente termina ganando mejor de lo que se invirtió, por eso la parte económica pasa un segundo o tercer grado, es muy buena a nivel de FIFA. Pero creo que al principio para ningún árbitro el aspecto económico es primordial”.
La árbitra hondureña, Melissa Borjas Pastrana profundizó en sus momentos difíciles por las comparaciones con el arbitraje masculino. Además, de los cambios que provocó tras sus designaciones en partidos importantes en la Liga Nacional.
Disfruta de la entrevista completa aquí:
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