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Cada vez que corre y cada vez que lucha a Agustín Azumendi, goleador argentino con 34 anotaciones en el 2023, solo se le vienen a la mente episodios conmovedores de su niñez que se han convertido en su motor para marcar goles y enfrentar cada desafío que le presenta la vida.
El nacido en Adolfo Gonzales Chaves, provincia de Buenos Aires, no creció en un hogar con todos los lujos, pero sí como el amor de una familia que supo luchar junto a él para cumplir sus sueños de llegar a ser futbolista profesional.
La primera vez que el "Pistolero" salió de casa no la pasó nada bien. Su marcha a Buenos Aires para fichar por el Club Atlético Acassuso, le trajo consigo tristezas, como la muerte de su hermanito menor, Mathías, y otros momentos de impotencia que podrían ser la alegría de cualquier adolescente a sus 19 años.
"Cuando me fui a Buenos Aires observaba que mis compañeros iban a comer a McDonald's, pero yo me tenía que quedar en casa porque mis papás no me podían mandar tanto dinero", relató Agustín Auzmendi en entrevista para Deportes TVC.
Y agregó: "Mis padres vivían el día a día, no les faltaba la comida, pero sí les costaba sus cuentas y mantener a mis hermanos; yo estando en la capital la vida era poco más cara, pero por más que no tenían nada me apoyaban para cumplir mis sueños".
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La distancia siempre ha sido un factor y sacrificio que ha tenido que hacer Auzmendi a cambio del fútbol. Pero en su corazón tiene tatuada a su familia y su hermano menor a quien le dedica todos sus goles tras su muerte a temprana edad.
"Siempre pienso en mi familia, tengo un hermanito que falleció, mis goles son para él. Cuando él falleció yo estaba en Buenos Aires, ya miraba mis partidos, pero fue algo duro. Cada vez que apunto al cielo es un gol para vos Mathi", dijo el goleador sudamericano con signos conmovedores.
Estas épocas navideñas son fechas especiales para el futbolista de Motagua ya que unen a toda la familia.
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"En Argentina nos juntamos todos. Yo le había pedido un regalo a papá Noel, cuando fui a la casa de mis abuelos estaban todos en un cuarto, normalmente la puerta siempre estaba abierta, pero ese día estaba cerrada y yo de necio entré; una vez que no se dieron cuenta entré y estaban todos los regalos", respondió.
Este es Agustín Auzmendi, el arquitecto de los goles que llegó a Honduras a escribir su propia historia.
Después de su pasaje en Olancho FC y ahora en Motagua, solo le queda conquistar su primer título, porque el corazón de los aficionados hondureños, ya lo tiene ganado.
