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El Club Deportivo Olimpia continúa siendo un semillero de grandes futbolistas de la Liga Nacional de Honduras.
En ejemplo al pasaje trascendente de jugadores emblemáticos como Roger Rojas, Antony Lozano, y en el último tiempo Alberth Elis o Edwin Rodríguez, en la FBO U-15 se está gestó una perlita dentro de la ostra merengue que ya hizo su debut oficial en el equipo tricampeón, se trata de Dereck Alessandro Moncada.
En visita a las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento José Rafael Ferrari se descubrió la calidad del hijo una leyenda del fútbol hondureño. Apenas tiene 16 años, pero es una estrellita en ascenso que se desempeña como volante mixto. Sus mayores virtudes: velocidad, lectura de juego y explosividad en el ataque.
El pequeño Dereck nació el 30 noviembre 2007 y presume con orgullo ser originario de Talanga, Francisco Morazán.
Lo cierto, es que en sus venas corre la sangre de su padre, el dos veces mundialista con Honduras, Maynor Figueroa, además de los genes de su abuelo, el ex árbitro Mario Moncada. Pero sus habilidosos pies les pedían a gritos ser futbolista y así los obedeció defendiendo los colores que más le apasionan.
“Este escudo representa muchas cosas para mí. Es un club donde estuvo mi papá y se le abrieron las puertas para salir al extranjero, es mi ejemplo. Es un reto para mí superar lo que hizo mi papá en su carrera futbolística”, dice Dereck Moncada con signos de alegría en sus primeras palabras a Club Deportes TVC.
Ante ello agrega que “estoy contento de estar en un equipo donde siempre he soñado” y que “mi mayor sueño es estar en el Real Madrid, pero primero estar en el club donde he pensado estar, el resto lo que Dios quiera”.
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Una travesía hasta Tegucigalpa….
Dereck Alessandro hizo sus pininos en el fútbol correteando descalzo como cualquier otro niño en los campos de tierra de su comunidad.
Desde ahí, donde se produce frijoles, maíz y miel de caña, el hijo del ícono catracho, se traslada al menos 73.3 kilómetros –es decir, cerca de hora y media de trayecto diario- hasta el Centro de Alto Rendimiento José Rafael Ferrari para trabajar en pos de su sueño: convertirse en un gran jugador profesional.
Su madre, Laura Moncada, luce con signos de gallardía y en su rostro refleja los signos de lo contagiada que está con las metas del mayor de sus hijos, además de Dareck Emiliano, siendo el relato puro de los días de sacrificios.
“Lleva cinco años preparándose en FBO. Es un jugador normal, de pueblo, de calle, de barrio… jugar descalzo a venir a las canchas de Tegucigalpa no ha sido fácil, ha sido un proceso de adaptación. Está preparándose para ser el hombre que el día de mañana quiere ser. Dios tiene los planes para él, yo como madre quisiera verlo en el Real Madrid o en cualquier equipo grande, pero todo depende de él”, manifestó su mamá, Laura Moncada, casi sollozando.
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Para Laura hablar de Dereck es desnudarse en llanto. Los ríos de lágrimas de sus ojos, apenas pueden disimular lo que siente.
“Dereck es todo para la familia. Él y Emiliano son la mayor fuerza para mí. Es difícil hablarlo porque son soñadores, el sueño de mi hijo es ayudar a su mamá y no sabe que su madre hace todo por ellos. Yo soy súper llorona, pero él es lo máximo”, expresó.
En ejemplo a la dinastía de Maynor Figueroa, Moncada dejó en claro que “Dereck ve al papá como un ejemplo y eso es para él. Le he inculcado que a su padre lo debe respetar. Estamos acostumbrados a señalar a las personas por el apellido, pero Dereck está haciendo lo que él quiere hacer. Él va a contar su propia historia, no quiero que digan –es hijo de tal, o nieto de tal-. Él es Dereck Moncada nada más”.
Elogios de su entrenador…
Hace al menos cinco años Dereck Moncada pudo acabar en el Club Deportivo Motagua, pero en tramo final de las inscripciones de las ligas menores acabó siendo inscrito en FBO de Olimpia. A partir de allí comenzó a brillar con luz propia acentuando sus buenas actuaciones en la Donosti Cup que ganaron los leoncitos en España en julio del 2022.
Su entrenador, Daniel Meza afirma que tiene todas las cualidades para triunfar. “Es un jugador muy interesante, inquieto, explosivo del cual hemos visto su progreso e interpretación del juego. Madura rápidamente a pesar que tiene 14 años. A medida que vaya creciendo se irá puliendo cada vez más con el potencial de convertirse en un gran jugador”.
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“Con mucho trabajo, disciplina. Muchos jugadores se pierden en el camino por distracciones personales, alguna novia, la vida con amigos… ese tipo de cosas afectan, aunque vengan a entrenar. Pero si ellos se enfocan, si están disciplinados, tienen una gran probabilidad de llegar a la primera división”, cerró.
Así termina nuestra visita en la cueva del León, la casa de los grandes talentos donde Dereck Moncada espera triunfar. Hoy le falta mucho camino por recorrer, pero perseverancia y disciplina para cumplir sus metas no le harán falta.
(VIDEO) REPORTAJE DE DERECK MONCADA
