En la memoria de los hondureños siempre vivirá como uno de los mejores recuerdos, aquella inolvidable noche que la Selección de Honduras consiguió calcificarse al Mundial de Sudáfrica 2010, después de una larga espera de 28 años.
Ansiada clasificación que se concreta la noche del 14 de octubre del 2009, en medio de una Honduras convulsionada por los problemas políticos que atravesaba el país en ese entonces, donde se restringía la libre circulación de las personas, y solo una alegría de ese tipo podía devolverle el ánimo a una población que sufría.
En esa ocasión los hondureños, no solo estaban pendientes del partido en que la H se jugaba la vida ante El Salvador en el estadio Cuscatlán, sino también del duelo que se disputaba de manera simultánea entre Estados Unidos y Costa Rica.
La tabla de posiciones de Concacaf estaba más que definida, Honduras con 13 puntos necesitaba sumar de a tres y esperar que Costa Rica con 15 unidades perdiera o consiguiera un empate –en el peor de los caso- como visitante ante la ya clasificada Estados Unidos.
Un escenario favorable para el combinado catracho del colombiano Reinaldo Rueda, que no estaba alejado de la realidad, si partimos en que la selección norteamericana se había desempeñado como la mejor del área durante todo el torneo, pero con el factor -negativo para los hondureños- de haber asegurado uno de los tres boletos disponibles.
La Selección de Honduras hacía lo propio en tierras cuscatlecas, consiguió ganar un partido bastante sufrido, con una sola anotación que se produjo desde el minuto 18 de la segunda parte, originado por un perfecto centro desde la derecha ejecutado por David Suazo, al que respondió en las alturas el atacante Carlos Pavón, que colgaba un potente remate de cabeza dirigido prácticamente al ángulo del guardameta.
Una vez finalizado ese encuentro, solo faltaba esperar el resultado desde el RFK Stadium de Washington que perdía Estados Unidos 2-1 ante Costa Rica, tras finalizados los 90 minutos de tiempo regular.
Ese juego terminó por alargarse unos minutos, como añadido que decretó el árbitro mexicano Armando Archundia, para compensar la deliberada pérdida de tiempo en la expulsión del entonces entrenador brasileño de Costa Rica René Simoes y su asistente Luis Diego Arnáez.
Fue hasta el minuto 4 de añadido que se produjo el empate de la Selección de Estados Unidos, producida después de un centro desde la derecha de su capitán Landon Donovan, al que conectó de cabeza el considerado héroe para la afición hondureña, Jonathan Bornstein.
En ese entonces, se hizo viral la narración del periodista deportivo hondureño de Televicentro, Gonzalo Carias, que se soltó en llanto en una emotiva celebración recordada por la afición hondureña: “Tiro de esquina 17, se queda el guardameta ¡gol, gol…gol de Estados Unidos!”, repitió en varias ocasiones hasta que se desgastó su voz por la euforia y la fuerza con que festejó.
@salvadornasralla Hoy se cumplen exactamente 14 años de aquella noche del 14 de octubre de 2009 en el estadio Cuscatlán de San Salvador cuando nuestra Seleccion Nacional con la dirección técnica de Reinaldo Rueda clasificó para el campeonato mundial Sudáfrica 2010
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La alegría de los hondureños que se clasificaban a un mundial por segunda vez en su historia, provocó que miles de aficionados olvidaran los problemas sociales que atravesaba el país y se soltaran a las calles para celebrar algo que no vivían desde el Mundial de España 82.
Esa noche del 14 de octubre del 2009, vivirá por siempre en la memoria de los hondureños como uno de los mejores recuerdos, tras conseguir una ansiada clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010, después de una larga espera de 28 años.
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