Roger Rojas ya no corre y tampoco remata fuerte con su pierna derecha ni celebra sus goles como nos tenía acostumbrado.
Su vida ahora es otra, siempre en el fútbol, pero ya no como protagonista en el terreno de juego. Una enfermedad aún no revelada, lo alejó de las canchas como jugador activo desde el mes de febrero pasado.
Llegó al Puntarenas de Costa Rica con la esperanza de aportar con sus goles al club del Puerto en Costa Rica, pero de un día para otro, todo cambió. Debido a su condición médica tuvo que adaptarse y desde hace algunos meses cumplir en otras funciones en el club.
Actualmente es parte del cuerpo técnico que comanda en el exentrenador de la Selección de Honduras, Diego Vazquez.
“Es difícil, me pican los pies por ingresar a la cancha y le pido a Diosito que me de paciencia. Al principio fue complicado, pero sé concentrarme, soy muy fuerte. Esa fortaleza viene de Dios, Él me la otorgó. Lo más importante es mi recuperación y eso es en lo que estoy enfocado”, comentó Rojas a diario La Nación de Costa Rica.
“El fútbol me ha servido como terapia, amo el fútbol. No es una obligación para mí, todo lo contrario. A los jóvenes y niños les enseño con todo el amor del mundo, y ahora en la Primera División también intento aportar. Trato de mantenerme concentrado en el momento que estoy viviendo, porque no sé qué deparará el futuro”, añade.
¿Cómo se siente siendo asistente técnico?
Roger Rojas también reveló detalles sobre esta nueva etapa que está viviendo en el fútbol. “Estoy disfrutando del proceso, de esta nueva etapa en mi vida. Me siento feliz, contento, aprendiendo y prestando atención a todos los detalles", explicó.
Y agrega: "En este momento estoy absorbiendo todo lo posible, para poner en práctica lo que he aprendido durante mis años en el fútbol profesional”.
Respecto al tema médico y su condición actual de salud, Rojas expresó lo siguiente: “Cumplo con las citas médicas, que son cada tres meses, estoy bajo control y me siento muy bien. Sigo el tratamiento y me siento con fuerzas, de buen ánimo. Tomo los medicamentos, pero lo más importante es que asisto a los entrenamientos y me siento vivo".
Y recordó: "Juego al fútbol desde que era chiquito y eso también es mi medicina. Siempre he tenido una mente fuerte y ahora más que nunca”.
La vida de Roger Rojas cambió de manera drástica y es por eso que hace una dramática respecto a su carrera: “Le pido de corazón a Dios que me permita volver a jugar, incluso si es solo un partido para retirarme y concluir en buenos términos. Pero eso es lo que deseo. Eso solo lo decide Dios. Estoy tranquilo y será el Señor quien decida; confío en Él y dejo todo en sus manos”.
“Mis hijos me han dado mucha fuerza. He sido fuerte gracias a ellos. Le digo a mi hijo mayor que confío en que todo saldrá bien y le prometí que, ya sea como jugador o entrenador, que seré campeón, y él recibirá la medalla, sintiéndose muy orgulloso de su papá que fue muy fuerte”, concluyó.
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