Con la salida de Lionel Messi y en duda la continuidad de su principal figura Kylian Mbappé, el París Saint-Germain se mira en la necesidad de reforzar un ataque que se ajuste a las altas exigencias de Europa.
El club parisino trabaja en la planificación de la próxima temporada, en la que tiene previsto la incorporación de un extremo y un delantero centro.
De acuerdo con el rotativo francés Le Parisien, los hombres llamados para ocupar esos puestos, son Bernardo Silva del Manchester City y Harry Kane del Tottenham.
Una difícil y costosa operación que le supondría al PSG, un monto que asciende a los 200 millones de euros presupuestados en las dos incorporaciones para este mercado de verano.
El jugador del City tiene contrato hasta 2025, pero su continuidad en el equipo inglés no está del todo clara. Él mismo reconoció hace unas semanas que no sabe lo que va a suceder en este mercado de verano, donde ya recibió ofertas procedentes desde Arabia Saudí.
"Todavía no sé sobre mi futuro, voy a ser muy sincero. Veremos en los próximos tiempos", aseguró en la rueda de prensa previa al partido de clasificación para la Eurocopa 2024 que iba a disputar con Portugal contra Bosnia en Lisboa.
Mientras tanto, la operación del inglés Harry Kane se torna más complicada, debido a los acercamientos que tiene con el Bayern de Múnich, tras no concretarse el traspaso que sonaba a principios de verano con el Real Madrid.
Además de estos dos nombres importantes, la directiva parisina trabaja en la incorporación de jugadores como Skriniar, Asensio, Cher Ndour, Manuel Ugarte o Lucas Hernández, todos muy cerca de hacer oficial su llegada.
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