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La jornada 7 de la Liga de Francia, que se disputó el miércoles 22 de septiembre, se vio manchada por aficionados que habían acudido a tres partidos dejando un saldo de 16 heridos.
Lo anterior tras un enfrentamiento entre aficionados del Girondins de Burdeos que se hicieron presentes para el partido ante el Montpellier.
En ese sentido, la Prefectura del departamento de Hérault indicó mediante un comunicado que el total de heridos fue atendido al término de hinchas del Girondins de Burdeos que volvían a casa en un autobús tras el partido y unos individuos armados con barras de hierro que les salieron al paso.
Hughes Mouthouh, delegado de gobierno, explicó que condenaron muy firmemente estos actos de una gran violencia y que tomarán las medidas necesarias para sancionar y prohibir el ingreso a los estadios a los hooligans.
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Otro episodio se registró luego que el árbitro pitara el final del partido entre Angers y Olympique de Marsella, cuando algunos aficionados invadieron el terreno de juego para pelear.
Al mismo tiempo hubo un lanzamiento de objetos desde las gradas que ocupaban hinchas de uno u otro equipo que llevó a la seguridad del estadio a intervenir para eliminar la violencia.
En Metz, por ejemplo, aficionados locales trataron de ingresar al campo luego que los ánimos del encuentro se calentó por la expulsión de uno de sus jugadores en partido que perdieron 2-1 ante el PSG.
Según EFE, la ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, insistió que hay que identificar a las personas implicadas en esos altercados y para eso es necesario utilizar los medios que tienen los clubes, empezando por las cámaras de vídeo de los estadios.
Por lo anterior, la comisión de disciplina de la Liga de Fútbol Profesional deberá examinar los actos en los próximos días.
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